Considero que buena parte de los retos y dificultades para el cambio desde la Reforma Integral de la Educación Media Superior (RIEMS), es que en México tenemos un sistema educativo obsoleto y excesivamente burocratizado. En este sentido, para que resultara una reforma realmente integral, sería necesario no sólo modificar los diferentes componentes y agentes del ámbito interno de la EMS (políticas públicas, regulaciones administrativas, planes de estudio, docentes, directivos, infraestructura, etcétera), sino también engarzarla eficazmente con el resto de los niveles educativos del país (desde educación inicial hasta posgrado). Hoy en día, yo veo a nuestro “sistema” educativo, como si fuera una especie de vieja carpa circense con una colección acumulada de parches de todo tipo (por ejemplo ¿alguien sabe cuántos programas “emergentes” hay actualmente en la educación pública?) Abundan los remedios parciales a un problema estructural de rezago histórico postrevolucionario que si no es enfrentado desde la raíz, de muy poco serviría plagar de declaraciones de competencias en este siglo XXI a lo mismo que hace 30 años era materia surrealista de “objetivos programáticos” basados en la famosa taxonomía de Bloom.
Una de las contradicciones más graves de la RIEMS, se refiere al principio de equidad y atención a la diversidad ¿Cómo hacerlo si se enfoca prácticamente al adolescente de educación presencial escolarizada? ¿Qué pasa con los adultos en educación abierta y a distancia? Finalmente, y tratando de hacer un esfuerzo propositivo al interior de mi institución universitaria, tendríamos que involucrarnos más activa y creativamente en este proceso de reforma.
Asumir el reto del cumplimiento de los tres principios básicos de la RIEMS, no viene por separado, sino que se encuentra muy influenciado por el entorno inmediato. En este sentido, no bastará sólo con lograr el cambio al interior de mi institución educativa, sino impactar con esta misma dinámica en el resto de instituciones educativas de todo el país. Por ejemplo, uno de los retos principales que enfrentamos es el de absorber toda la demanda de EMS en el marco de los parámetros de calidad planteados desde la propia RIEMS.
